Saturday, May 22, 2021

Proving My Wife's Sephardic Heritage

It helps of course when she comes from such an illustrious line.  Leyva = Levi. No question about it. 
 
Catalina de Escorcha genelogy:
Captain Diego de Leyva (before 1550 Lorca, Murcia, Region of Murcia, Spain) - wife? 
             I 
Catalina de Leyva (1490 - 1550) - Diego de Escorcha, Capitán (1520) 
             I                                                                                                                         
Catalina de Escorcha (?) - Juan de Yepes
Juan de Yepes genealogy:
Juan de Yepes - Quiteria de Gonzalez
             I
Juan de Yepes

 Context:
Diego de Leiva tuvo dos hijas : Catalina de Leiva , tocuyana , quien se casó con el Capitán Diego de Escorcha , y fueron padres de Francisco Fernández de Escorcha , quien casó con Ginesa Marques . La otra hija , Francisca de Leiva.
 
La otra hija, Francisca de Leiva, casó con Alonso Martín y el hijo de éstos, Alonso Martín Camacho, tocuyano, casó con su parienta Catalina de Escorcha, tocuyana. Diego de Leiva fue bisabuelo de Doña María Sánchez Camacho, casada con Juan de Angulo, ambos tocuyanos. Otra bisnieta, Doña Catalina de Escorcha, casó con Juan de Yepes, natural de Villa de Chinchón, Toledo, España, y fue el primero de este apellido que se estableció a comienzos del siglo XVII, en El Tocuyo, dejando numerosa descendencia en Venezuela.
 
Diego de Leiva had two daughters: Catalina de Leiva, from Tocuy, who married Captain Diego de Escorcha, and they were the parents of Francisco Fernández de Escorcha, who married Ginesa Marques. The other daughter, Francisca de Leiva
 
Another great-granddaughter, Doña Catalina de Escorcha, married Juan de Yepes, a native of Villa de Chinchón, Toledo, Spain, and it was the first of this surname that was established at the beginning of the 17th century, in El Tocuyo, leaving numerous descendants in Venezuela.
My wife comes from the most educated family in Venezeula so it appears her relatives documented their own quest for origins:
 
propio Profesor Tamayo afirmaba que para entonces, tal vez marcado por las características que rodearon su infancia y su adolescencia, él se autocalificaba como: ...un niño solitario y tímido [poco dado a los juegos propios de su edad] su verdadera compañía eran los libros de estudio y las lecturas ... Víctor Hugo, Daniel Defoe ... Amado Nervo, Rubén Darío, Dumas. Una atmósfera de cultura envolvía su casa ... El adolescente sólo oía a distancia lo demás era leer y estudiar. Su pasión por la lectura era tal, que el General José Rafael Gabaldon ... lo saludaba con esta frase ‘¿cómo esta el niño viejo?’27 Culminada esta fase de estudiante, entró a trabajar como dependiente en la tienda “La Vencedora”; más adelante regentó la sucursal de ésta en Quibor; luego se convierte en su agente viajero lo que le permite; comercializando instrumentos de arado, variedades textiles y productos agrícolas; recorrer, y conocer la geografía de esta porción larense, al tiempo que se identifica con sus pobladores y empieza a organizar sus primeras observaciones en torno a la complejidad del paisaje. En esos años se traslada a Barquisimeto, residiendo con su hermana Carmen Lucía de Sequera, ciudad en la que desempeñó la función de Contabilista de una casa comercial.. Ya estaba delineando lo que sería su porvenir; se había venido. diferenciando de las responsabilidades que implicaba dirigir una hacienda, no se había contentado con ser empleado de adentro ni representante de una cadena de tiendas, “...cuando era agente viajero de los almacenes de Antonio E. Saldivia, antiguo negocio de mercancias de El Tocuyo.”28 y ahora tampoco se iba a contentar con limitarse a tener al día los libros de contabilidad de una tienda de mercancías secas. Por eso lo encontramos, a los veintiún años, dirigiendo sus pasos hacia Coro en el Estado Falcón, donde residía su hermana Genoveva quien estaba casada con el General Argenis Asuaje, Presidente del Estado, a la que había recurrido buscando ayuda para la definición de sus horizontes y de quien había recibido el más absoluto respaldo, afirmándole que: “no había ningún problema en que se fuera a vivir con ella”29 27
 
Probablemente desde entonces le empezó a picar el gusanillo de la curiosidad en cuanto a los orígenes, y los complejos problemas derivados del uso de la tierra; también encontramos que desde estos años aspiraba indagar las raíces de su prosapia genealógica.. Esta especie de angustia interior, que le acompañará siempre, la. expresaría en un ensayo publicado en 1953 bajo el título: “¿Dónde están las tierras, los bosques y las aguas de Lara?, donde afirma: ...al cabo de cuatro centurias ... es oportuno hacer un alto para considerar cuáles son [las] posibilidades de subsistencia, de acuerdo con el capital que está representado en los recursos naturales renovables propios de la región ... correspondientes a la flora, la fauna, los suelos las aguas, porque si de ese análisis resulta que ellas se encuentran menoscabadas, sería sabio y prudente aprestarse a una campaña conservacionista que salve esos recursos para nuestros hijos y para el progresivo engrandecimiento del Estado ... de no hacerlo así, una vez advertidos, sería una actitud antipatriótica y suicida.30 La preocupación en torno a la evolución degradante del ambiente larense puede ser extrapolada, en el espacio y en el tiempo, a la que permanentemente sostendrá con respecto a todo el país. Así encontramos como en el mismo artículo propone su “Decálogo de la Conservación Estatal”, uno de los primeros que se elaboran en nuestro país, y donde afirma: Si se llegaran a exterminar aquellos bosques –cosa que está próxima a suceder – morirían nuestras plantaciones de cañamelar y los trapiches y centrales no volverían a producir el cono maravilloso de sus papelones, ni la fina cristalería de sus azucares... Así mismo concluiría también la posibilidad de tener dentro de nuestras casas esa lámpara votiva del ideal que constituyen los jardines hogareños, donde nuestros hijos reciben su primera lección respecto a la fecundidad de la tierra, respecto a la promesa de la semilla...31
 
Este deseo por el principio de las cosas le llevaría, posteriormente, a España, para averiguar el origen de su apellido materno y la raíz de sus ancestros. Así lo vemos, en los finales de los setenta, arribando a Europa, que lo deslumbrará con su inmenso acervo cultural, sobremanera en Francia y en Italia, y particularmente en España, la que recorrerá entusiasmado por la perspectiva de surcar los caminos originarios del Yepes, “con s y sin acento” como le gustaba reafirmar; por ejemplo en Papá Yepes y Mamá Mento, donde nos dice: No tiene por que escribirse con z, pues no deriva de ningún nombre propio de persona, sino del pueblo de Yepes en la provincia de Toledo. Por cierto que el primero de ese apellido que se estableció en Venezuela se llamaba Juan de Yepes y era un castellano de la Villa de Chinchón, hijo de otro Juan de Yepes y de Quinteria de González, de donde los nietos indianos derivaron la combinación González de Yepes que se uso en todo el período colonial.32 De esta manera llegó a la localidad de Yepes; enclavada en las estribaciones de la Mesa de Ocaña, perteneciente a las mesetas meridionales en plena llanura de Castilla la Nueva, a una altura ligeramente superior a los 500 metros sobre el nivel del mar; virtualmente equidistante entre la Aranjuez Señorial y la Toledo de El Greco, en un área plenamente succionada por el gran Madrid, pequeña villa que, en el momento de aquella visita, ha debido estar rondando los 10.000 habitantes, que guardaban correspondencia con la espacialidad rural del sector; orientado hacia el predominio de las actividades agrícolas, signados por los cultivos de olivares, viñedos y alcornocales entre otras especies; y que racionalizan al extremo las pocas precipitaciones, por debajo de 800mm que la adscriben a la llamada España seca, con un buen sistema de embalses y de canales de riego, como los que caracterizan a la cuenca alta del Tajo. Características ilustradas en el mapa Nº 2. Lo destacable de este contacto, entre el científico en plena fase creadora y el lar de sus antepasados, es como logra desentrañar las semejanzas entre la llanura castellana y los cálidos terrenos de las cuencas de los ríos Tocuyo, Morere y Turbio; especialmente en el comportamiento climático, la conformación de los suelos y la utilidad que le dan sus pobladores, así lo afirma: Durante el estío, Castilla es semejante a Lara cuando ésta se encuentra en la temporada seca, debido al calor que impera en las dos regiones. La vegetación nativa también tiene aspectos de equivalencia, tanto por el xerofitismo como por la rala distribución de las plantas en las serranías ... La zona intermedia de Lara posee grandes valles o llanadas limitadas por lejanos cerros de escasa vegetación, y las planadas son hendidas por resecas 31 32. Ibidem p. 81 Tamayo Francisco http://biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAS9015.pdf
 
English translation: originally from Yepes, "with s and without accent" as he liked to reaffirm; for example in Papá Yepes and Mamá Mento, where he tells us: It does not have to be written with z, since it does not derive from any proper name of a person, but from the town of Yepes in the province of Toledo. By the way, the first of that surname that was established in Venezuela was called Juan de Yepes and he was a Castilian from the Villa de Chinchón, son of another Juan de Yepes and Quinteria de González, from where the Indian grandchildren derived the combination González de Yepes, which was used throughout the colonial period.32 In this way, it reached the town of Yepes; nestled in the foothills of the Mesa de Ocaña, belonging to the southern plateaus in the plain of Castilla la Nueva, at a height slightly higher than 500 meters above sea level; virtually equidistant between the Aranjuez Señorial and the Toledo of El Greco, in an area fully sucked into the great Madrid, a small town that, at the time of that visit, must have been around 10,000 inhabitants, who corresponded with the rural spatiality of the sector; oriented towards the predominance of agricultural activities, marked by the cultivation of olive groves, vineyards and cork oaks among other species; and that they rationalize to the extreme the little rainfall, below 800mm that they ascribe to the so-called dry Spain, with a good system of reservoirs and irrigation canals, such as those that characterize the upper Tagus basin. Characteristics illustrated in map No. 2. The remarkable thing about this contact, between the scientist in the creative phase and the lar of his ancestors, is how he manages to unravel the similarities between the Castilian plain and the warm lands of the Tocuyo river basins, Morere and Turbio; Especially in the climatic behavior, the conformation of the soils and the utility that its inhabitants give it, he affirms this: During the summer, Castilla is similar to Lara when it is in the dry season, due to the heat that prevails in both regions. Native vegetation also has aspects of equivalence, both due to xerophytism and the sparse distribution of plants in the mountains ... The intermediate zone of Lara has large valleys or plains limited by distant hills with little vegetation, and the plains are split by dry
 
Professor Tamayo himself affirmed that by then, perhaps marked by the characteristics that surrounded his childhood and adolescence, he described himself as: ... a lonely and shy child [little given to the games of his age] his true company was study books and readings ... Víctor Hugo, Daniel Defoe ... Amado Nervo, Rubén Darío, Dumas. An atmosphere of culture surrounded his house ... The adolescent only heard from a distance, the rest was reading and studying. His passion for reading was such that General José Rafael Gabaldon ... greeted him with this phrase 'how is the old boy?' 27 At the end of this student phase, he went to work as a shop assistant " La Vencedora ”; later he ran its branch in Quibor; then he becomes his traveling agent whatever he allows; marketing plow instruments, textile varieties and agricultural products; travel, and know the geography of this portion of Lara, while he identifies with its inhabitants and begins to organize his first observations around the complexity of the landscape. In those years he moved to Barquisimeto, residing with his sister Carmen Lucía de Sequera, a city in which he performed the role of Accountant for a commercial house. He was already outlining what his future would be; he had come. Differentiating himself from the responsibilities involved in running a farm, he had not been content to be an insider or a representative of a chain of stores, “... when he was a traveling agent for the Antonio E. Saldivia stores, El Tocuyo. ”28 And now he was not going to be content with limiting himself to keeping the accounting books of a dry goods store up to date. That is why we found him, at the age of twenty-one, directing his steps towards Coro in the Falcón State, where his sister Genoveva resided who was married to General Argenis Asuaje, President of the State, to whom he had turned for help to define his horizons and from whom he had received the most absolute support, stating that: “there was no problem with him going to live with her” 29 27 Probably since then he began to get bitten by the bug of curiosity regarding the origins, and the complex problems derived from the use of the land; We also find that since these years he aspired to investigate the roots of his genealogical prosapia. This kind of inner anguish, which will always accompany him, the. would express in an essay published in 1953 under the title: "Where are the lands, forests and waters of Lara ?, where he states: ... after four centuries ... it is appropriate to stop to consider what are [the] possibilities of subsistence, according to the capital that is represented in the region's own renewable natural resources ... corresponding to flora, fauna, soils, and waters, because if from that analysis it turns out that they are found impaired, it would be wise and prudent to prepare for a conservation campaign that saves those resources for our children and for the progressive aggrandizement of the State ... failing to do so, once warned, would be an unpatriotic and suicidal attitude.30 The concern around The degrading evolution of the Larense environment can be extrapolated, in space and time, to the one that it will permanently sustain with respect to the entire country. Thus we find how in the same article he proposes his "Decalogue of State Conservation", one of the first to be prepared in our country, and where he states: If those forests were to be exterminated - which is close to happening - our plantations would die sugar cane plantations and sugar mills and centrals would not produce again the wonderful cone of their papelones, nor the fine glassware of their sugars ... Likewise, the possibility of having inside our houses that votive lamp of the ideal that constitutes home gardens would also conclude. , where our children receive their first lesson regarding the fertility of the earth, regarding the promise of the seed ... 31
 
This desire for the beginning of things would take him, later, to Spain, to find out the origin of his maternal surname and the root of his ancestors. This is how we see him, in the late seventies, arriving in Europe, which will dazzle him with his immense cultural heritage, especially in France and Italy, and particularly in Spain, which he will travel enthusiastically by the prospect of crossing the roads


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